Javier López: “La Andra Mari es la pieza en uso más antigua de Portugalete"

El próximo 13 de diciembre presentas el libro ‘Santa María de Portugalete, la Virgen de Begoña y sus primas’, ¿en qué consiste este trabajo?
Es un estudio de identificación y caracterización de nuestra Andra Mari, que al final ha cristalizado como un trabajo iconográfico de las representaciones de la Virgen en la Edad Media y se fraguó como respuesta a un pequeño enigma que los guías de la Basílica encontramos en el enorme parecido que la Andra Mari de madera que preside el retablo mayor, tiene con otra imagen de piedra que corona la puerta de entrada bajo la torre. Esta duda nos llevó a estudiar nuestra Andra Mari a fondo comparándola con otras y, aunque empezamos por las próximas, al final terminamos muy lejos. Cabe recordar que la Asociación de Amigos de la Basílica tiene entre sus objetivos difundir los temas culturales, históricos y artísticos que el templo alberga.
 

¿Existen otro tipo de libros  sobre este temática?
Lo que hemos constatado son numerosos trabajos académicos y eruditos que no están al alcance del público no iniciado. Hasta el momento no conocemos trabajos a nivel divulgativo y coloquial en torno a las Andra Mari y ha sido una labor muy gratificante irnos metiendo en este jardín.
 

Son 190 páginas y contiene nada menos que 225 ilustraciones, ¿cómo ha sido el proceso para recopilar, ordenar y publicar todo?
Al principio comencé a recopilar todos los trabajos de investigación publicados por los eruditos en torno a estas imágenes y fui descubriendo la enorme labor desarrollada desde comienzos del siglo XX en torno a estas Vírgenes, viendo que en nuestra zona casi todas tienen características comunes que las engloban en el llamado tipo vasco-navarro-riojano. Nuestra intención fue ver cómo asimilar la nuestra al conjunto de las de la región e ir relacionándola con las más representativas, lo que me llevó a visitar un buen número de ellas buscando diferencias y similitudes que en el libro se van revelando. 

El libro combina investigación histórica rigurosa, pero también ficción y anécdotas, ¿cómo se desarrolla esta trama?
En el transcurso del trabajo fui dándome cuenta de la relación existente entre la nobleza y la realeza con las Vírgenes y tomando conciencia de la posibilidad de que estas imágenes sagradas hubieran sido donaciones reales a las iglesias. En estilo novelado, el libro describe el origen de la donación de D. Diego López de Haro a Begoña de su Virgen, patrona de Vizcaya, y la de Doña María Díaz de Haro con la Andra Mari de Portugalete. Esto me llevó a investigar y descubrir estos dos personajes inmersos en aquel mundo de violencia feudal colmada de traiciones y crímenes, para poder reflejar de manera verosímil, la génesis de estas dos imágenes. Así, el desarrollo de la investigación actual de las vírgenes de nuestros templos, se va combinando con una mirada retrospectiva al ayer que motivó la presencia de estas imágenes en nuestras iglesias. Y en cuanto a las anécdotas, hago referencia a las iglesias casi siempre cerradas y las peripecias que hemos tenido que soportar para poder conocerlas y esclarecer incógnitas.
 

La pieza de Andra Mari de Portugalete data del siglo XIV, si bien no fue descubierta hasta 1931, ¿qué se sabe de la historia de esta reliquia?
Muy poco. La descubre el párroco D. Eduardo Escarzaga, que le da importancia porque ve algo especial, y el párroco siguiente, D. Ángel Chopitea, la manda restaurar en 1948 y la entroniza en 1950. Es, sin duda, la pieza más antigua de la Villa que se encuentra en uso, desde el lejano siglo XIV ha llegado hasta el XXI. Por otro lado, hemos tratado de encontrar al autor de la de piedra, al constatar que es moderna, y hemos llegado a conclusiones al efecto.
 

¿Qué es lo que más llama la atención de las piezas de Andra Mari encontradas en el entorno?
El libro va describiendo los diferentes tipos de Andra Mari que se encuentran en las diócesis de Calahorra/La Calzada y Burgos y lo más cautivador ha sido ver cómo se asemejan, algunas son más que parecidas, tienen detalles tan similares, la sonrisa a veces enigmática o los ojos rasgados, que nos hizo incluir el apelativo amable de ‘primas’, ya que innegablemente, parecen de la familia.