Aritz Fernández: “Cuando te echas a la mar estás solo ante el peligro"

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Aritz Fernández (derecha) prepara la embarcación junto a su compañero Unai Cilleruelo

El portugalujo ha participado recientemente en una de las regatas internacionales de mayor nivel, “una gran hazaña” con la que ha cumplido uno de sus sueños en la vela

Aritz Fernández: “Cuando te echas a la mar estás solo ante el peligro"

El pasado mes de junio cumpliste uno de tus sueños deportivos participando en la ‘World Championship ORC A2 2024’, una regata de alto nivel internacional, ¿en qué consiste y cómo fue la experiencia?
Es una regata con más de 86 embarcaciones de más de 10 países con las mejores tripulaciones. Unai Cilleruelo y yo fuimos los únicos representantes de España.  Nos dieron  salida en Oslo, navegamos por todo el fiordo y después por el estrecho de Skagerrak y Kattegat hasta Lille Torungen, pasando después por el norte de Dinamarca hasta una marca cardinal ya en Suecia y así, dos triángulos hasta llegar a Tonsberg.

Es una regata dura, de más de 300nm (unos 550 km), con la peculiaridad de que sólo pueden ir dos tripulantes a bordo. Las maniobras de izada y arriada de las velas y timonear la embarcación se complican con una tripulación tan reducida. Otro punto a tener en cuenta es el descanso, no se duerme, se echan cabezadas de 10 a 20 minutos. Unai y yo hemos cerrado los ojos no más de 4 horas en 60 horas que duró. La comida es otro hándicap más. Nos alimentábamos de mucha fruta, algún sándwich y mucha agua. Pero si se come como hacemos en tierra, no se está al trimado de velas y eso perjudica en la clasificación.

Además, el campeonato lo hicimos con un barco de regatas alquilado, por lo que tuvimos que ir una semana antes para prepararlo y adecuarlo a nuestra manera y a eso hay que sumar que ninguno conocíamos el entorno, los vientos, las corrientes, etc. Si sumas todo esto se convierte para muchos en un sufrimiento, y lo es, pero nos encanta y lo disfrutamos. Ha sido una experiencia para no olvidar y quiero agradecer a Unai su confianza por darme la oportunidad de hacer esta gran hazaña junto con un campeón de primera línea.

No rompimos nada, no nos hicimos daño ninguno y las maniobras salieron bien, quedamos satisfechos, consiguiendo pasar la línea en 15ª posición Quiero agradecer también a Jon Aspuru, fotógrafo profesional, su acompañamiento en esta aventura inmortalizando cada momento vivido.
 

¿Cuáles son los principales logros que has conseguido en este deporte?
Modark es un equipo que lo componemos ocho personas que solemos navegar en el Cantábrico y pertenecemos al Club Orza, donde semanalmente solemos regatear unas 20 embarcaciones, pero también nos movemos por toda la península para regatas importantes por el Mediterráneo y Baleares, obteniendo buenos palmareses, como el Campeonato de Bizkaia,el Campeonato de Euskadi, el Ophiusas, etc.
 

¿Cómo surgió tu afición por la vela y las regatas?
Mis amigos y yo siempre íbamos hacer pesca submarina los fines de semana y nos dábamos unas pateadas increíbles para llegar a sitios pocos accesibles. Así que decidí apuntarme a una escuela náutica para sacarme la licencia de navegación para comprarnos entre todos una semirrígida y ahí me encontré con Héctor García, profesor de Polaris Nautika Eskola, que me convenció para sacarme el carné de patrón de embarcaciones de recreo (PER). La primera vez que navegamos a vela aluciné, todavía recuerdo el día. Después seguí sacándome títulos náuticos en su escuela y mucho de lo logrado se lo tengo que agradecer a él. También a Javier García, patrón y armador del Modark, donde aprendí a perfeccionar la navegación a vela en regatas, y a muchos más.


¿Qué es lo que más te apasiona de esta actividad?
La vela es libertad, es desplazarse con el viento, ser respetuoso con el medio ambiente. Y cuando te echas a la mar y te alejas, estás solo ante el peligro y eso se convierte en disfrute.

¿Y qué es lo más duro?
Dejar durante un tiempo a familia y amigos de lado, ya que muchas veces estamos días sin poder tener contacto y no saben si estamos bien o mal.
 

En el mar surgirán anécdotas, vivencias y experiencias de todo tipo, ¿cuáles destacarías en tu caso?
El año pasado, cuando estaba en pleno cruce del Atlántico, casi nos damos un golpe con un cachalote que se nos cruzó. Otra fue bañarme en mi cumpleaños en medio del Atlántico, con una sonda de 6.000m, el punto mas profundo de todo el cruce. Y otra aventura para recordar, fueron los 4000nm desde la península, pasando por Canarias, Cabo Verde y luego el cruce que nos llevo 15 días hasta el Caribe.
 

¿Qué retos te marcas de cara al futuro?
El mayor para mí es poder circunnavegar la Tierra.