Renovado el programa Itzalak para la atención a personas mayores en situación de soledad
El programa Itzalak tiene como principal objetivo detectar lo antes posible situaciones de abandono, soledad o falta de atención en personas mayores de 80 años que no sean conocidas en los Servicios Sociales para evitar de esta forma que se conviertan en más graves.
En Portugalete viven 4.295 personas mayores de 80 años (9,13 %), porcentaje muy superior al 7,3 % de la Comunidad Autónoma. De las anteriormente mencionadas, 3.489 tienen una trabajadora social de referencia que hace el seguimiento de su situación. Sin embargo, 806 no son conocidas en los Servicios Sociales.
El programa Itzalak ha venido realizándose en diferentes períodos desde 2013. Para esta edición del programa, que cuenta con una trabajadora social y una administrativa, se ha establecido como prioridad atender a las personas mayores de 80 años que conviven con otra persona mayor también de 80 años y que no han acudido nunca a los Servicios Sociales. Se han enviado para este fin 151 cartas que corresponden a 302 personas. Posteriormente, mediante llamada telefónica se concertará una cita para la visita en el domicilio. Dado que una de las consecuencias del envejecimiento de la población es la aparición de nuevas necesidades, cobra sentido realizar un diagnóstico individualizado de estas personas con el fin de valorar su situación sociopersonal y verificar que realmente tienen cubiertas sus necesidades. En caso contrario, se pretende proponer aquellos recursos que puedan ser apropiados para cada situación particular.
Para la realización del diagnóstico individualizado, la trabajadora social que visitará el domicilio tendrá en cuenta factores personales, físicos, intelectuales, económicos, culturales, así como los niveles de sociabilidad de la persona, es decir, relaciones, familia, vecindario, grupos de pertenencia, asociaciones e instituciones.
En la visita domiciliaria se recabarán aquellos datos básicos e información mínima necesaria para establecer un prediagnóstico que proporcione una primera valoración de la situación de la persona: sin riesgo; riesgo leve; riesgo moderado; alto riesgo y, por lo tanto, la urgencia de la posible intervención. Tras la visita domiciliaria, en caso de considerarse necesario, se realizará un Plan de Intervención conjuntamente con la persona y su entorno familiar. Finalmente, se realizará un seguimiento de estas personas mayores, es decir, si ha habido o no una demanda posterior y en el caso de que la hubiera, la verificación del uso de los recursos propuestos en el plan de intervención individualizado.