'Charlie tiene sentimientos grandes', el estreno literario de Leyre A. Valdivia

¿Qué es lo que te ha llevado a lanzarte con la publicación de un libro?
Inicialmente escribí el libro para mi sobrino, para ayudarle a identificar sus emociones con más facilidad. Cuando empecé a pensar en cómo ponerlo en un formato en el que pudiera usarlo, recordé que una amiga recientemente había publicado un libro y me pareció una buena idea. Además, el hecho de hacerlo algo público me gustaba, porque mis estudios son en psicología, y aunque me he especializado en un área un poco diferente, escribir este libro era un poco como volver a los origines y recordar por qué hice esa carrera. Quería ayudar a las personas.
 

¿Qué tipo de situaciones vive el protagonista?
Charlie experimenta muchas de las situaciones que se presentan en la vida cotidiana de un niño pequeño: nervios e incertidumbre por compartir pupitre con alguien nuevo, tristeza por perder un objeto querido o frustración por un juego que no puede completar. Las situaciones que vive Charlie están enfocadas en momentos con que los niños y niñas leyendo el libro puedan identificarse.
 

¿Para qué tipo de edades y momentos lo recomiendas?
El libro está pensado principalmente para niños de entre 4 y 7 años, porque busca en parte la reflexión, pero también puede ser leído por otras edades. El texto y los dibujos son simples y llamativos para que niños más pequeños puedan disfrutarlo también. Y la forma en la que las emociones están descritas permite que adultos con problemas para identificar sus emociones puedan usarlo como base para trabajarlas.
 

¿Por qué crees que a los niños les cuesta reconocer y expresar sus sentimientos?
Las emociones son algo abstracto y por lo tanto no siempre es fácil identificarlas. Los niños están en pleno desarrollo; sus capacidades cognitivas y emocionales están desarrollándose, perfeccionándose, y en ocasiones, no son capaces de entender o identificar cosas abstractas como las emociones. Además, personas neurodivergentes (como autismo o TDAH), con retrasos en el desarrollo, o que han sufrido lesiones cerebrales, también tienen dificultades con el nivel de abstracción de las emociones.
 

¿En qué te has inspirado para llevar a cabo este libro?
Me he basado sobre todo en mi experiencia. Tanto cosas que aprendí durante la carrera, como artículos que he leído, y algunos relatos de primera mano de gente neurodivergente relatando sus dificultades con la identificación y manejo de las emociones. Quería tratar de acortar esa distancia entre lo que la gente experimenta y lo que la investigación ha encontrado.
 

¿Te gustaría seguir por este camino literario?
La verdad no es algo en lo que haya pensado realmente. Me gusta escribir, así que no lo descartaría, pero no se si es algo a lo que me dedicaría a tiempo completo. De momento estoy más enfocada en mis estudios y mi carrera.