Portugalete detecta 33 puntos de interés arqueológico en el subsuelo
Enmarcado en la celebración del 700 aniversario de la fundación de Portugalete que tendrá lugar en 2022, el Ayuntamiento, junto con la Fundación El Abra, promotora del proyecto, han recogido toda la información disponible en la investigación geofísica que se ha realizado en el Casco Histórico de la Villa para encontrar restos arqueológicos de interés,
La iniciativa ha estado apoyada en una conocida tradición oral sobre la posible existencia de pasadizos y galerías medievales en la zona conocida como el Campo de la Iglesia. El objetivo era impulsar con posterioridad su adecuada documentación arqueológica y, para ello, se ha contado con el Equipo de Arqueología del Museo de la Minería del País Vasco, que han asumido el proyecto, con los doctores en Historia y Arqueología Medieval Iosu Etxezarraga y Javier Franco, realizando las pertinentes prospecciones geofísicas sobre una superficie de unos 3.000 m² para hallar posibles indicios de pasadizos. Los trabajos se han realizado empleando las técnicas de georradar, tomografía eléctrica y microgravimetría.
Los resultados de esta investigación se han centrado en señalar aquellas anomalías detectadas en el subsuelo, tras las que se realiza una primera interpretación por parte de los expertos, basada en la experiencia previa en yacimientos similares. No obstante, la verificación última del hallazgo, siempre ha de ser a través de excavaciones o sondeos. Los resultados obtenidos por este trabajo han permitido completar un mapa de anomalías, señalando un total de 33 puntos de interés.
Por tanto, con la doble intención de dilucidar materialmente la existencia de galerías subterráneas y de reconocer la naturaleza de otras anomalías detectadas, se han seleccionado un grupo de 11, agrupadas en dos zonas. Así, se propone intervenir mediante un sondeo de tamaño reducido en la esquina superior del jardín de la calle Santa María (frente a la entrada del Colegio del Carmen), que podría coincidir con una de las cámaras de las galerías que mencionaba el informante que asegura que estuvo en su interior en los años 80. Y por otro lado, se plantea realizar varios sondeos arqueológicos (pequeñas excavaciones de evaluación) entre la zona trasera de la Torre Salazar y el lugar donde se está realizando una actuación conmemorativa del 700 aniversario (plantación de una encina y colocación de asientos que simularán el lugar donde los antiguos representantes del pueblo realizaban sus reuniones).
Por otra parte, los trabajos realizados hasta el momento sí han servido para ofrecer alguna información histórica más detallada sobre la construcción de la actual Basílica de Santa María, dado que en la zona entre la Basílica y la zona del mirador se han detectado una serie de evidencias alineadas en el subsuelo que se corresponderían con muros de contención y rellenos, cuyo fin parece haber sido el de crear un rellano que salvase el desnivel del terreno y permitiese construir la iglesia actual, edificada sobre los restos de una anterior más pequeña.
Otro dato interesante que ha venido a corroborar la geofísica desde la superficie y cuya existencia era conocida por algunos vecino se encuentra en la esquina oeste del Campo de la Iglesia; se trata de un pequeño agujero perforado en la propia roca a unos cuatro metros de profundidad y escaso desarrollo, hoy en día tapiada su entrada, y que fue utilizado como refugio en la Guerra Civil por los vecinos de las casas más próximas.