Cómplices Literarios celebra una maratón de lecturas de terror en la Noche de las Ánimas
Cualquier excusa es válida para reunirse, para que nos demos compañía y nos dediquemos a contar historias. Esta es, al fin y al cabo, la verdadera función de la literatura, da lo mismo que sea al calor de una hoguera una noche de verano o junto a la chimenea en el frío invierno. Lo que de verdad tiene valor es leer, compartir relatos, ideas y sensaciones.
Así que el 31 de octubre, noche de ánimas, de difuntos, de espíritus macabros… La Asociación Cómplices Literarios Elkartea convocó un Maratón de lectura de cuentos de miedo misterio y terror, en el bar El Allende. Mientras por las calles del casco viejo de la Villa se cruzaban personas con disfraces variados, un tanto tenebrosos y por supuesto mortuorios, los participantes se dedicaron a compartir historias.
A la cita no faltaron Poe, Bécquer o Larra, pero también otros autores, menos conocidos pero de igual calidad, que asombraron, provocaron miedo o, por el contrario, hicieron reír a los asistentes. Incluso llegaron a cantar, aun cuando esto contraviene la obligación de sentir miedo o incertidumbre en esa fecha. No olvidemos que hablamos de la muerte y del más allá, no cabe más incertidumbre… Pero nada da miedo si se comparte un rato de amistad y de literatura.