Un scape room previene en Portugalete sobre el peligro del juego en los jóvenes

La concejala de Prevención de Drogodependencias, Saray Muñoz, junto a Unai Garma, de la Asociación A 90 grados

Los participantes trabajarán herramientas prácticas para fomentar hábitos responsables frente a esta problemática

El aumento de la participación en el juego por parte de los jóvenes, debido a la proliferación de las apuestas deportivas y la facilidad de acceso a estas plataformas, resulta preocupante ya que muchos de ellos pueden no estar preparados para enfrentar las consecuencias de sus decisiones, cayendo en la pérdida de control de estos hábitos y en la ludopatía.

Ante esta realidad, el Ayuntamiento propone a las personas jóvenes una actividad que tiene como objetivos centrales la concienciación, la educación y la prevención. “Es esencial que comprendan que, aunque el juego puede parecer una actividad inofensiva o entretenida, puede acarrear consecuencias devastadoras en sus vidas y en su entorno”, señala la concejala de Prevención de Drogodependencias, Saray Muñoz.

Se trata de participar en una scape room instalada en un camión en la Plaza del Solar por parte de la asociación A 90 Grados, cuyo tema central es el juego problemático. Esta actividad se podrá realizar del 9 al 13 de octubre y los jóvenes podrán inscribirse a partir de un QR que se les proporcionará. El horario será de 16h a 21h el miércoles, jueves y viernes y ya el sábado y el domingo de 10h a 13h y de 16h a 21h. La actividad dura en torno a 25 minutos.

Se trata de proveer herramientas prácticas para prevenir el juego problemático y fomentar hábitos responsables. Esto incluye la implementación de talleres educativos, recursos digitales accesibles y campañas informativas que promuevan el diálogo abierto entre padres e hijos sobre el juego.

“Trabajar con la población joven el juego problemático y la ludopatía es un compromiso que requiere la participación activa de todos, creando una cultura de juego responsable que valore la diversión sin riesgos y fomente el bienestar de nuestros jóvenes, asegurando que el juego nunca se convierta en una carga”, recuerda Muñoz.