Realizada una pequeña plantación de vides de txakolí en Buenavista

Las vides tienen un marco de plantación de 2,5 metros en sí y las calles son de 2,90 metros
Igual que se hiciera hace unos meses en Azeta, se trata de un gesto a los viñedos que en su día poblaban las laderas de este barrio; la variedad utilizada en la plantación es la Hondarribi Zuri’

El área de Servicios, Medio Ambiente y Salud Pública del Ayuntamiento de Portugalete, en colaboración con la asociación de vecinos del barrio portugalujo de Buenavista, ha realizado una pequeña plantación de vides de txakolí, como pequeño gesto a los viñedos que en su día poblaban las laderas de este barrio, igual que se hiciera hace unos meses en las laderas de Azeta.

La plantación está situada entre el centro ambulatorio y la central neumática de basuras y tiene un mero carácter ornamental, tratando de trasmitir una recreación del pasado de la localidad como villa agrícola y marinera.

Ya en el siglo XIII, Portugalete tuvo unas ordenanzas en las que, entre otras cosas, prohibían a las naves descargar vinos de cualquier puerto si no se llevaba otra cantidad equivalente en txakolí portugalujo. Las plantaciones de los siglos XIV y XV en las laderas de Azeta y de Buenavista, entre otras, de parras para sacar el txakolí tenían una calidad y fama reconocida y dieron nombre a la tradición sobre los jarrilleros (dícese del uso de jarras de barro cocido para beber el txakolí en la Villa).

La plantación en sí misma está formada por vides de la variedad ‘Hondarribi zuri’, con un marco de plantación de 2,5 metros entre vides y 2,90 metros entre calles.

Ésta es la variedad con más presencia entre las plantaciones de txakolí en las comarcas costeras, influenciadas por el Mar Cantábrico, y aporta al vino unos agradables colores amarillos y delicados aromas frutales.

En la plantación, al comienzo y final de cada calle, se han plantado unos rosales, como marcadores, para indicar la posible entrada de hongos en la plantación.

Tela protectora

La tela que se encuentra en las calles es un ‘Horsol Biodegradable’, utilizado para evitar la presencia de hierba que compita con las vides por los nutrientes; al cabo de cuatro años (según la climatología), esta malla desaparece, integrándose en la propia tierra; es el tiempo en el que se podrá indicar que las parras ya se encuentran totalmente asentadas.

Los postes de sustentación para el viñedo evocan, asimismo, a los comienzos de Portugalete en la agricultura, formados por tutores de madera provenientes de bosque de gestión sostenible (PEFC).