Museo Rialia pone en valor la historia de la emblemática Babcock & Wilcox
Habitualmente, en su discurso expositivo, a excepción de la campaña navideña donde se suele realizar alguna exposición de carácter familiar, Rialia Museo de la Industria apuesta por acercar a su sala temporal de exposiciones, muestras que de una u otra manera recuperen y divulguen el pasado industrial y que combatan la desmemoria sobre la vinculación con éste, poniendo en valor el pasado más reciente, ligado directamente a la industrialización acaecida en la Margen Izquierda de la Ría del Nervión en el siglo XX.
En esta ocasión, el Museo Rialia acoge la exposición ‘Azken Alabak, las últimas piezas de la Babcock’, del escultor Alberto Salcedo, con la voluntad de conservar, revalorizar y divulgar la memoria del patrimonio y pasado industrial a través de los últimos vestigios de la emblemática empresa B&W, ubicada en la Vega Galindo. Estos últimos vestigios fueron rescatados de la fábrica y han sido reutilizados en este proyecto artístico donde se muestra la conjunción de lo industrial y el arte contemporáneo.
Familiarmente conocida como ‘la Balco’, esta empresa, dedicada al sector de los bienes de equipo, alcanzó gran relevancia en la industrialización de la comarca en los años 50-60-70, llegando a contar con más de 5.000 trabajadores, siendo una de las empresas punteras de la Margen Izquierda y protagonista del proceso de industrialización de la comarca. Así, participó en la construcción de infraestructuras tan relevantes como el puente levadizo de Bilbao, el alto horno María Ángeles, la refinería Petronor o las centrales nucleares de Ascó y Lemoiz.
Alberto Salcedo Fernández, graduado en Arte, es personal docente investigador del departamento de Arte y Tecnología de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU. Actualmente, se encuentra realizando la tesis doctoral titulada ‘Arte y memoria industrial vasca. La revitalización del patrimonio industrial mediante la acción artística’.
A través de su exposición, quiere mostrar el patrimonio industrial “desde una nueva mirada que ayude a la sociedad a crear afectos con un pasado reciente que fue duro y épico a partes iguales, y cuya huella desaparece ante los ojos apenas sin darnos cuenta”. A través de su práctica investigadora y artística, busca ser una correa de transmisión de esa memoria industrial, en una lucha constante contra la desmemoria, y reivindicando el pasado industrial.
Así, en la cuarta planta del Museo Rialia, la sala de exposiciones temporales expone hasta el 13 de junio una veintena de esculturas, todas con nombre de mujer, creadas a partir de modelos industriales recuperados y realizadas mediante diferentes procesos: cerámicos, de impresión en 3D y de bronce a la cera perdida.
La exposición se complementa con una serie de fotografías artísticas que reflejan los últimos restos de la fábrica y cuenta también con una parte audiovisual en la que se pueden visualizar simultáneamente diferentes momentos de la fábrica de Babcock & Wilcox en su época productiva y la desolación de la misma en sus últimos tiempos.