Balance positivo en los primeros meses del proyecto ‘Rexcatering’ en Portugalete
Los colegios envasan la comida que sobra en los comedores, y los alumnos y profesores voluntarios la transportan hasta las máquinas de ‘vending’, a disposición de quien la necesite
Hace cuatro meses se puso en marcha en Portugalete ‘Rexcatering’, un proyecto educativo y socioambiental cuyo objetivo es aprovechar al máximo todo excedente alimentario que se genera en los comedores escolares y ofrecer lo que no se consuma a las personas que lo necesiten, sin despilfarrar nada. Desde el Consistorio se apunta un balance muy positivo de esta iniciativa experimental en estos primeros meses.
“La iniciativa en los centros educativos de la Villa es todo un éxito”, recalca el concejal de Medio Ambiente, Iker Villalba, quien destaca que “en los primeros 65 días de funcionamiento (aún quedan por conocer los datos de abril) se salvaron más de 5.400 raciones de comida, gracias a la labor de los alumnos y profesorado, en colaboración con los propios jarrilleros, que han acudido a la llamada de la economía circular para evitar desperdicios”.
Los colegios participantes rellenan los recipientes con la comida que sobra en los comedores, la envasan y etiquetan. Por turnos, profesores y alumnos voluntarios transportan en mochilas los tápers, que contienen todo tipo de alimentos (puré, judías con patatas, pollo, filete ruso con verduras, crema de calabacín, filete de merluza con salsa marinera, lentejas a la castellana...), hasta las máquinas ‘vending’, ubicadas en cuatro puntos de la localidad: Los Llanos, San Roque, Zubi Alde y Abatxolo. Tras introducirlas, cualquier ciudadano puede acceder a estos tápers solidarios de forma gratuita.
Datos
El proyecto, implantado en la Villa ha tenido una gran acogida por parte de la ciudadanía, se congratula el edil de Medio Ambiente. El primer mes, desde mediados de diciembre y a falta de implantar la cuarta máquina en Antonio Trueba, se salvaron 945 raciones en solo 11 días de funcionamiento. A partir de entonces, el novedoso sistema estuvo a disposición de los vecinos durante 18 días. En enero se pusieron de nuevo en circulación 1.435 tápers; en febrero, 1.487; y en marzo, 1.593.
“El tiempo medio de recogida de comida es muy corto. Nos hemos dado cuenta de que a veces hay gente esperando a que las máquinas se repongan”, alude el concejal. “Es algo muy positivo, ya que sin esta iniciativa, la comida habría acabado en la basura”. Son datos que equivalen a 214 litros de combustible ahorrado en desplazamientos; 183 duchas en ahorro de agua; o casi 20.000 euros de ahorro si se traducen estos datos a valores económicos.
El Consistorio hace hincapié en la importancia de la función pedagógica de esta iniciativa. “Los niños aprenden que ese desperdicio se puede aprovechar, que la comida tiene una segunda oportunidad”, apunta Villalba. Prácticamente todos los colegios de la villa colaboran, y el único que no lo había hecho hasta ahora, Virgen de la Guía, ya ha pedido sumarse. Así que el próximo curso el centro incorporará las máquinas que requiere para mantener la comida en buen estado. La idea extenderlo también a residencias de mayores y centros de día.
De momento no se baraja ampliar el número de máquinas ‘vending’, ya que la fórmula apenas lleva en marcha cuatro meses, pero “si sigue como hasta ahora, seguro que se irá ampliando”, comenta el edil.